Cuando montas un taller de neumáticos es normal recibir dudas o consultas que muchas veces no son específicas. Algunas de ellas tienen que ver con dos situaciones muy comunes en la carretera pero que a veces el cliente no sabe indicar de manera exacta: el subviraje y sobreviraje.
Es habitual que cuando circulamos y sufrimos un incidente de este tipo con los nervios no sepamos identificar a la perfección qué es lo que ha ocurrido, así que puede que algún usuario se acerque a tu taller a preguntar, por ello, ¡es mejor estar preparado!
Identifica el problema real del cliente: ¿subviraje o sobreviraje?
Es importante entender bien qué nos quiere transmitir el usuario y normalmente las situaciones que nos describen es que el coche le patina, así que es importante tratar de diferenciarlas y hacer las preguntas adecuadas. Para hablar de subviraje y sobreviraje suelen describir estas situaciones:
“El coche me derrapa”
Si un cliente acude a tu taller e indica que el coche le derrapa seguramente esté hablando de una situación de sobreviraje. Es necesario preguntarle si lo que siente que ocurre es que la parte trasera del vehículo se desplaza hacia fuera de una curva.
Ten en cuenta que esta situación se suele dar en vehículos de tracción trasera por delante del resto, pero que también ocurre si el peso del vehículo está mal distribuido.
“El coche se me va de morro”
Por otro lado, si un usuario de tu taller acude indicando que el vehículo “se le va de morro” es probable que te esté hablando de subviraje, es decir, que las ruedas delanteras le patinan y no responden a la dirección.
En este caso, son los vehículos de tracción delantera los que suelen sufrir este problema, comprueba qué tipo de coche tiene tu cliente.
¿Qué problemas suelen causar subviraje o sobreviraje?
Una vez identificado el problema la cuestión es conocer las causas que le pueden estar provocando al usuario los problemas de subviraje y sobreviraje, sea cual sea el que esté sufriendo, y evitar así esta peligrosa situación en carretera.
Hay causas que tienen que ver con el vehículo en las que le podremos ayudar y causas que no tengan que ver con ello, pero sobre las que merece la pena aconsejar cuando un usuario nos transmite su preocupación. Vamos a conocerlas:
Problemas mecánicos
1. Neumáticos en mal estado
Los neumáticos con desgaste excesivo o en mal estado son una de las principales causas de pérdida de adherencia por lo que si un cliente acude a tu taller aquejado de alguno de estos problemas, lo primero que tendremos que hacer será comprobar sus ruedas.
No solo tendremos que ver el desgaste de los neumáticos, también si están pensados para el clima de la zona, pues esto puede ser algo diferenciador en lo que adherencia se refiere. El dibujo de los neumáticos debe mantener la profundidad adecuada y estar pensado para el clima en el que el cliente indica que ha sufrido estos problemas, si no son correctos, tenemos una posible causa y es necesario cambiar los neumáticos, pero no la única.
2. Problemas mecánicos
Hay problemas mecánicos que pueden causar problemas de sobreviraje y subviraje. Los más comunes tienen que ver con la suspensión, por lo que no dejes de revisar este aspecto. Además, el correcto alineado de las ruedas es necesario para una conducción segura, pero en este caso el usuario notaría vibraciones a la hora de circular.
3. Exceso de carga y mala distribución
Es importante en este aspecto saber de qué vehículo hablamos y también de la carga que llevaba en el momento. Si es una cosa puntual, el cliente seguramente no consultaría, pero si es algo que se repite es posible que esté incurriendo sin darse cuenta o bien en un exceso de carga o bien en una mala distribución de la misma. Pregúntale sobre los momentos en los que ha sufrido dicho problema para tratar de darle los mejores consejos al respecto, ya que este factor es fundamental.
Problemas NO mecánicos
Ahora bien, puede haber factores no mecánicos que favorezcan sufrir subviraje y sobreviraje, por lo que es necesario, en una conversación natural con el cliente, hablar de los siguientes elementos que aumentan la posibilidad de sufrir estos dos problemas:
1. Exceso de velocidad
El exceso de velocidad es una de las causas de enfrentarnos a situaciones de sobreviraje o subviraje, por lo que trata de recalcar de manera amable la importancia de circular sin superar los límites de velocidad, algo que es de suma importancia para mantener la seguridad en carretera.
2. Defectos en la calzada
Encontrarnos en la calzada con gravilla, polvo, arena, tierra o manchas de carburante, aceites u otros líquidos puedes ser un incidente nefasto. Esto hace que la adherencia de nuestros neumáticos cambie de un segundo a otro, provocando situaciones potencialmente peligrosas. Por ello, es importante también incidir en la importancia de tener los neumáticos en buen estado, además de mantener una velocidad adecuada.
3. Climatología
La lluvia es una de las principales causas de visita a talleres y esto seguramente lo sepas muy bien. El aumento de la distancia de frenado así como problemas como el subviraje y el sobreviraje hacen que los golpes entre vehículos y las salidas de la calzada se multipliquen. El aquaplaning es uno de los peores compañeros de viaje.
No obstante, hay otra situación climática que influye mucho en esta problemática, el frío. Así, saber cómo conducir con hielo y nieve es de vital importancia para que mantengamos la seguridad en todo momento. Si se dan estos casos cuando el cliente visita el taller no está de más charlar sobre las mejores prácticas al volante en estas circunstancias.
Seguro que muchos de tus usuarios reciben con buen gusto todos los consejos que quieras darles, saber identificar quién quiere compartir estas charlas contigo es interesante para fidelizar a todos aquellos que siempre buscan un plus en su taller de confianza. Si por tu parte siempre buscas algo más en tu proveedor de neumáticos al por mayor, en Neumáticos Soledad queremos ayudarte, ¿hablamos?